Choripanes: La primera entrevista

Muy pronto,* en el Caminito.

* Sólo tengo que conseguir un programa de edición de DVD para Mac, ya que el programa que acompañaba a la cámara era exclusivo para PC.

¡Viva la República!

A pesar de la omnipresencia de Hugo Chávez en el mobiliario urbano de Caracas, el actual presidente venezolano tiene un duro competidor: ni más ni menos que don Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco.

No, no es que el antiguo presidente se haya presentado a la reelección dos siglos después, al estilo de Richard Nixon en Futurama. Nada de eso. Sólo que su efigie,…



… su nombre,…



… sus palabras…





… y su cuerpo…



… están presentes en, por lo menos, tantos rincones como Chávez.

A propósito del cuerpo:

Estoy visitando la tumba que lo alberga, ubicada ésta en un edificio que, aunque fue concebido como una iglesia, se usa como mausoleo o panteón de los héroes de la patria. A ambos lados (donde irían las capillas de los santos) están dispuestos los sarcófagos de dichos héroes. El ataúd de Bolívar ocupa el altar, y se encuentra custodiado por cuatro soldados. Éstos permanecen parados, estáticos, como haciendo oposiciones a estatuas humanas de las Ramblas de Barcelona.

Cuando acabo de ver las tumbas de la derecha, me pongo frente al altar-féretro; uno de los soldados grita: "¡Firmes!" Yo, aun habiendo sido objetor de conciencia, no puedo menos que obedecer: me pongo firme casi a la misma velocidad que los cuatro soldados (y eso que juraría que ya estaban firmes). Y a punto estoy de hacer el saludo marcial, cuando oigo el chasquido de cuatro rifles.

Después de esto, empiezo a mirar los ataúdes de la izquierda. A un paso más acelerado.

Un dos, un dos.

Reina de los trabajadores, con o sin Chávez

En el Primero de Mayo de 2006, Fidel habló en La Habana a la multitud las largas horas que suele hablar, incluyendo en su discurso temas algo raros, como la vuelta de los chocolatines a Cuba. Al y yo estuvimos ahí - y un poco, sí, nos divertimos.

Un tantico confundida con Fidel, decidí que el Día de No Trabajar de 2007 sería de Chávez, que, como dijo uno de mis amigos venezolanos, "encanta las masas cuando habla" y "es amigo de Lula, tu presidente".

Al final él no vino a recibirme en Caracas, y por eso no me sentí debidamente encantada, pero sí fui muy bien recibida por los Trabajadores Socialistas de la Construcción. Caminamos, corremos y gritamos, hasta que la fiesta se volvió parranda con la llegada de un animado de salsa.

El resultado (siempre supe que llegaría este día): fui elevada a categoría de reina de los trabajadores y alcancé mis cinco minutos de fama.

Pues para quedarme en lo serio de la fecha, acá les ofrezco no más que un video de la marcha ;-)

Voltar

Vuelvo vencido a la casita de mis viejos, pero Camila sigue voltando (catalanismo por dar vueltas). Ahora mismo debe de haber vuelto al sur, a Buenos Aires. Y, aunque a ella también le queda poco para voltar (portuguesismo por volver), el Caminito must go on.

Aún queda viaje austral para rato.


(Por cierto, Camí: si puedes, pásate por la Boca y hazte una foto en el Caminito.)