Lo dicho: aún no hemos acabado con Chile. En realidad, no hemos hecho más que empezar. Por ello, pido disculpas a quien esperara una especie de crónica cronológica del viaje. Lo siento, pero eso ya no se lleva.
De momento, volvemos a nuestra obsesión con los carteles: tanto en lo referente a su carácter educativo como en lo que tiene que ver con su decadente ortografía.
Y es que de esto no se libran ni en el desierto.
Lo sorprendente de esta señal es que delante suyo no se hubiera formado una aglomeración de excursionistas indecisos.
parece que la "b" alta se cayó por el barranco de tanto estirar el cuello. qué letra jirafa
ResponderEliminarProvavlemente.
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